En julio de 1979, el directorio del Banco de la Nación, presidido por Álvaro Meneses Díaz, autorizó la compra de acciones del Banco Ambrosiano Holding y la inversión de recursos públicos para formar sedes de esa entidad en América Latina y en el Perú. Las transacciones se ejecutaron entre 1979 e inicios de 1980, durante el régimen militar de Francisco Morales Bermúdez.
En 1981, Roberto Calvi, presidente del Banco Ambrosiano, fue detenido acusado de captar fondos de actividades ilícitas. Esto activó alertas en todos los países donde operaba.
En el Perú, se instaló una comisión en el Senado del Parlamento para investigar posibles irregularidades en las operaciones con el Banco de la Nación. El informe concluyó que se pagó un sobreprecio por las acciones adquiridas y que el presidente del Banco de la Nación habría utilizado su posición para beneficiarse personalmente a través de acciones de compañías subsidiarias del Banco Ambrosiano Overseas Ltda. También habría influido en el nombramiento de su hermano, Arnaldo Meneses, como representante del Banco Ambrosiano en el Perú y en las negociaciones con el Banco de la Nación.
Ante la comisión investigadora, los funcionarios responsables reconocieron e intentaron justificar el pago de 3 millones 056 mil 427 dólares por encima del valor de las acciones del Banco Ambrosiano. Esto representaba unos 909 millones 592 mil 675 soles de oro —de la época— por encima del costo real de las acciones.
El grupo investigador del Congreso estableció que se había cometido el delito de concusión y aprobó la denuncia ante el Ministerio Público, pero los delitos prescribieron en sede judicial.
En el 2004, dos décadas después, uno de los principales implicados, Arnaldo Meneses, fue nombrado Defensor del Contribuyente por el entonces Ministro de Economía y Finanzas, Pedro Pablo Kuczynski.